7 Hábitos para potenciar la resiliencia.
¿Qué es la resiliencia y que podemos hacer para potenciarla?
Hay días buenos y días malos, todo va y viene. Cuando menos lo esperas, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Podemos estar pasando por un momento tan bueno en nuestra vida y de pronto, sentir que todo se trunca.
Muchas veces queremos tener el control de lo que nos rodea, quisiéramos que no hubiera cambios en según qué cosas, pero es inevitable. El día a día es un sube y baja de emociones y de circunstancias, y algunas pueden llegar a ser muy dolorosas o traumáticas. Es ahí, cuando necesitamos la resiliencia.
Resiliencia: en psicología, es la capacidad que tiene una persona para adaptarse o superar las circunstancias o situaciones adversas o traumáticas con resultados positivos.
¿Qué hacemos cuanto atravesamos un mal momento?
Por banal o simple que pueda sonar, la respuesta es, seguir viviendo, porque parte de la vida es eso, rabia, desconcierto, tristeza, incertidumbre, miedo o avanzar sin ganas.
Tenemos que permitirnos pasar por esa etapa de aceptación y asimilación. Desafortunadamente, por presión social o modelos de “Felicidad” mal infundados, podemos llegar a tener la creencia de que no estamos cumpliendo lo necesario para ser feliz y culpabilizarnos creyendo que no es normal, que esto no nos debería estar pasando, como si nuestros estados emocionales pudiesen programarse y estar en “Happines Mode” todos los días de nuestra vida, y no es así.
¿Cómo afrontamos una mala racha?
Cada persona gestiona de manera diferente sus emociones, estados de ánimo o circunstancias. Mucho tiene que ver por el temperamento, personalidad o carácter. Podemos encontrarnos con personas que canalizan esa mala racha haciendo deporte, otros socializando, o muchos manteniendo un pensamiento positivo. No hay una formula específica y con cada persona será diferente, pero lo que si debes tener claro en ese momento, es estar consciente del problema y aceptarlo. Comenzar con tu proceso de asimilación y conclusión, y hacer lo que sea necesario para generar un cambio.
Al momento en que llegas a la conclusión, es ahí cuando necesitaremos diversas herramientas para poder salir de esa mala racha y una de ellas es la Resiliencia.
¿Cómo reforzar la resiliencia?
Se requiere de adoptar una serie de hábitos y actitudes que con el tiempo será más fácil poner en práctica.
- Identifica que experimentas a nivel emocional (inteligencia emocional).
- Fomentar el Autoconocimiento.
- Aceptación a los cambios en la vida.
- Identificar las somatizaciones que reflejan lo que sientes en tu cuerpo.
- Crear una lista de las diferentes alternativas o estrategias posibles para afrontar el malestar.
- Ejecutar acciones decisivas.
- Evitar ver las crisis como problemas insuperables.
Uno de los aspectos más importantes de la resiliencia consiste, en cómo te relacionas con el ambiente que te rodea. La resiliencia no hace que vivir un trauma sea fácil. Pero sí te proporciona resistencia para pasar por este trauma sin que tenga secuelas en el futuro y permitiendo una existencia con calidad de vida.
Debemos evitar situaciones que nos arrastren al pesimismo. Entrar en “bucle” con el malestar o tristeza del momento, solo nos arrastrara a mayor malestar o invenciones constante de lo que nos ocurre.
Es cuestión de elegir una actitud que nos permita seguir avanzando. Se requiere tiempo y práctica, pero así nacerá la resiliencia, la cual nos servirá para empoderarnos y estar más cerca de esa felicidad que todos anhelamos.